Es difícil intentar materializar con palabras lo que es divisar el Cañón del Chicamocha en todo su esplendor porque lo primero que uno pierde al verlo es el habla. Su encanto es tan majestuoso e impresionante, que la mente se nubla y el tiempo se detiene.
Menos mal la fuerte y fresca brisa que atraviesa sus montañas logra “despertar” a quienes creen estar soñando con un paisaje que parece de otro mundo. Y es normal que así se sientan, pues el Cañón del Chicamocha es realmente incomparable.
Sus 180.000 hectáreas de extensión albergan de todo. Por eso, aunque la primera impresión es la de un paisaje montañoso y semidesértico con vegetación árida, a medida que te vas adentrando en él descubres una biodiversidad única e invaluable.
Los dominantes tonos tierra que se aprecian desde los diferentes miradores contrastan con los verdes que encuentras cuando dejas de admirarlo por encima desde sus alturas para caminar por sus entrañas. En tus recorridos encontrarás bosques andinos y de niebla, vegetación frondosa, cuevas, ríos y cascadas con fuertes caídas de agua; hermosas aves endémicas como el cucarachero del Chicamocha y el colibrí ventricastaño; plantas nativas como la ceiba barrigona, el cacao indio y una especie de árbol que se creía desaparecida desde 1958.
El Cañón del Chicamocha tiene espíritu. No se trata de un paisaje más. La belleza natural que posee se enriquece con los vestigios del paso de los Guanes que puedes apreciar cuando vas caminando por las laderas y te encuentras con pinturas rupestres. Y es que sus montañas deben esconder más riquezas de las ya evidentes, pues, de acuerdo con los expertos, la estructura del cañón, como se conoce hoy, se formó hace más de 46 millones de años.
Definitivamente el “hilo de plata en noche de luna llena”, lo que significaba la palabra Chicamocha para los Guanes, es más grande, majestuoso e impresionante de lo que cualquier persona puede describir con palabras.
Descubre los diez municipios para vivir el cañón: Aratoca, Barichara, Capitanejo, Cepitá, Curití, Jordán, Los Santos, Molagavita, Villanueva y Zapatoca.
¡Ven y vive tú también el encanto majestuoso del Cañón del Chicamocha!